Estas dos vigas sostenían parte del techado de la tribuna pequeña del estadio eibarrés. Sin embargo, Ipurúa está siendo remodelado y estas dos estructuras de hormigón quedaron al descubierto pudiendo causar graves daños. Cada viga tenía seis metros de altura y un peso aproximado de 600 kilos cada uno.
Los miembros de la seguridad madridista solicitaron que ambas fueran retiradas pues los jugadores y el cuerpo técnico estaban obligados a transitar por un lugar cercano. El autobús merengue aparcará en una zona próxima a esta tribuna que se encuentra en fase de remodelación.
Los jugadores madridistas experimentarán la sensación de un estadio pequeño, modesto pero muy acogedor. Como si de un partido de fútbol inglés se tratara, el Real Madrid deberá adaptarse a las condiciones de un estadio sin las comodidades de la mayoría de recintos de la Liga española.
DEJA TU COMENTARIO