Antes de afrontar el encuentro de esta noche el equipo blanco ya tenía sellada su clasificación para los octavos de final de la competición y únicamente necesitaba un punto para hacerlo como primer clasificado. Por ello el italiano optó por seguir dando minutos y rodaje al portero costarricense, quien hasta hoy había disputados dos partidos de Liga en el Santiago Bernabéu, ante el Elche y el Rayo Vallecano. En consecuencia, el choque de este miércoles ha sido su debut en la Liga de Campeones, una competición en la que no había jugado hasta ahora a lo largo de su carrera deportiva, así como su primer partido como madridista lejos del Bernabéu, más allá del amistoso que jugó ante la Fiorentina en Polonia en agosto pasado.
Además, se da la circunstancia que en ninguno de estos partidos - los dos oficiales y el amistoso- el tico había logrado dejar la portería a cero, por lo que su gran objetivo ante el Basilea era hacerlo también por primera vez. Se trata de un reto que Keylor ha logrado superar con nota, pues ha realizado un buen partido e incluso ha tenido la oportunidad de lucirse con una espectacular estirada en un mano a mano con Embolo. Sin duda poco a poco Keylor va encontrándose más cómodo en su nuevo equipo, por lo que seguramente todavía esté por llegar su mejor versón.
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