El gol del aguanís

Repasamos los goles históricos del Real Madrid





Con 10 años Raúl González Blanco se dedicaba a hacer lo que posteriormente le llevó a la historia del Real Madrid, marcar goles. Entre ellos, según contaron voces veteranas, padres de sus compañeros en categorías de fútbol base, había uno que el madrileño repetía a menudo. El del amago.

Ese gol que piensas que lo va hacer al primer intento, pero no. Que deja sentado en el suelo al defensa que trata de tapar el tiro y que cuando se da cuenta ha perdido la noción de la pelota y solo recupera su visión cuando el niño futbolista asestaba el golpe a la portería rival. Así, se cuenta, lo llamaron Aguanís.

Una década después, en 1998 y ya con 21 años, aquel niño, que apenas estaba dejando de serlo, repetía la jugada que asombraba a los padres de sus compañeros, pero a la v vista de millones de aficionados alrededor del mundo. Un gol que valió para reescribir la historia del Real Madrid 38 años después de la última Copa Intercontinental.

Corría el minuto 83 de partido del encuentro que enfrentaba en Tokyo al conjunto blanco frente al Vasco de Gama. El partido se acercaba a la prórroga después del 1-1 que reflejaba el marcador hasta ese momento, tras los goles de Nasa en propia puerta para el Madrid y Juninho Pernambucano para los brasileños. Seedorf echaba la vista al frente y veía el desmarque de Raúl. Su pase por alto el ‘7’ lo convertiría en una asistencia de gol.


Después de pincharla, Raúl se encontró franco delante del guardameta Carlos Germano, pero con el rabillo del ojo vio llegar a Vitor… y amagó. El zaguero se lanzó al suelo y se perdió de largo, mientras que Germano echaba la rodilla al suelo. Con todo para marcar, Raúl observó otra mancha azul marina que llegaba de su derecha… y volvió a amagar. Los tobillos del defensa de Vasco no aguantaron el giro y se fue al suelo, al igual que la segunda rodilla del portero. Raúl se quedó sin ninguna oposición e hizo historia a puerta vacía.

7 minutos después se terminaba el partido y todos se abrazaban al que ya estaba escribiendo su propia leyenda. Segunda Copa Intercontinental y MVP para Raúl. Hasta ese momento era un golazo, pero todo cambió cuando el padre de Raúl se acercó a un periodista y le dijo “ha marcado el gol del Aguanís”, y hasta hoy y por siempre.