El futbolista galés del Real Madrid se ha hecho un nombre en los partidos más decisivos e importantes de la temporada. El año pasado, el de su llegada y examen, Bale amortizó su precio en la final de la Copa del Rey, cuando humilló a Bartra en una exhibición de cualidades físicas anotando el tanto definitivo.
Sin embargo, no quedó ahí, ya que el gol más importante en su carrera llegaría en la final de Lisboa, anotando el tanto que pondría por delante el Real Madrid en la prórroga y que, a la postre, abrió el melón para el resto de goles.
Con el gol anotado en la semifinal del Mundial de Clubes ante el Cruz Azul, el ‘Expreso de Cardiff’ ha terminado por confirmar que las grandes citas se le dan bastante bien, opositando a ser uno de los protagonistas de la final del sábado y, quien sabe, en otras hipotéticas finales que puedan jugar los blancos en el resto del curso.
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