Todo hacía indicar que San Lorenzo tendría un partido plácido ante Auckland, la auténtica cenicienta del Mundial de Clubes, que comenzó a participar en octavos de final. Los neozelandeses ya habían hecho historia clasificándose hasta la semifinal, cuando su previsión era marcharse después del primer partido. Sin embargo, aguantaron a los argentinos incluso hasta la prórroga, y pudo ser histórico ya que en los minutos finales del tiempo reglamentario tuvieron una ocasión para ganar.
El ritmo del partido fue muy lento desde el primer minuto, como si San Lorenzo pensase que el gol llegaría sí o sí y no le hacía falta esforzarse. Sin embargo, los minutos pasaban y apenas generaban peligro mientras Auckland aguantaba con un gran trabajo defensivo. Pero llegó el tiempo de descuento y Barrientos adelantó a los argentinos con un sensacional gol.
La segunda parte apuntaba a paseo para San Lorenzo, pero los ‘cuervos' se relajaron, bajaron aún más el ritmo y dieron el control del encuentro a Auckland, que empezó a crecer hasta incluso empatar el partido a falta de veinte minutos. El español Berlanga, socio del Real Madrid, llegó a línea de fondo y remató a puerta para poner tensión a la recta final. Los dos equipos tuvieron sendas oportunidades para sentenciar, pero al final el encuentro se fue a la prórroga.
Nada más comenzar el tiempo extra Matos adelantó a San Lorenzo para certificar su pase a la final con más sufrimiento de lo esperado y dando una imagen más que mala. Auckland buscó la machada, y a punto estuvo de conseguirla, pero no pudo evitar que la final del Mundial de Clubes, del próximo sábado, sea la que todos imaginaban: Real Madrid-San Lorenzo de Almagro.
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