Después de un inicio de temporada complicado, que venía aderezado de tensión desde el verano e incluso desde años atrás, el capitán del Real Madrid se ha rehecho con creces y ha recuperado un estado de forma que hacía mucho tiempo que no se le veía. Así se ha confirmado en la última semana, cuando ha llegado a parar hasta dos penaltis en apenas 4 días.
El último de ellos, ante el Cruz Azul, le ha valido para lograr un hito único en el fútbol Mundial, y es que Iker se ha convertido en el primer portero de la historia en parar penaltis tanto en el Mundial de selecciones como en el de clubes. Un dato que vuelve situar la calidad del de Móstoles en primera plana.
Fue en Mundial de 2002 cuando Casillas paró su primera pena máxima en la mayor cita del fútbol. Fue ante Irlanda en los octavos de final, deteniendo otros dos en la tanda de penaltis en la que sería el héroe español para acceder a cuartos. Unos cuartos de final que fue justo en la eliminatoria en la que el Santo volvió a aparecer en Sudáfrica en 2010, cuando detuvo un penalti al paraguayo Cardozo, que cambiaría para siempre la historia del fútbol español.
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