Cuando peor lo pasaba el Real Madrid, cuando más se necesitaba el gol, una gran pelota de Kroos desde el córner ha sido aprovechada por Ramos para entrar como un avión y hacer el primero de la noche. El ‘tarzán’ de Camas lo ha celebrado como se merece, por todo lo alto.
El 29 de Abril comenzaría su idilio con los tantos decisivos; primero a pase de Modric y, después, a pelota de Di María desde la derecha, Ramos pondría el 0-2 en Münich para dejar el pase a la final de la Liga de Campeones completamente cerrado.
Pero el gol más importante con la camiseta merengue llegaría el 24 de Mayo. Cuando la final agonizaba, y el Atlético ya se veía campeón, el ‘4’ hacía el empate con un extraordinario cabezazo que enterraría las ilusiones rojiblancas. Sin ese gol, el Madrid no estaría en el Mundial de Clubes, y por supuesto, el mejor central del mundo tampoco podría haber sido decisivo ante Cruz Azul y San Lorenzo.
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