El último jugador en aterrizar en el Real Madrid, Lucas Silva, tiene en uno de sus nuevos compañeros una referencia a la hora de desarrollarse como futbolista a nivel mundial. No es otro que Marcelo que, como Silva, fichó por el equipo merengue en invierno y se ha convertido en un indispensable en la plantilla de Chaamartín.
Marcelo llegó a la capital de España con 18 años y el principio no fue fácil. A la estela de su maestro Roberto Carlos, el carioca se mantuvo en un segundo plano aprendiendo del mejor. Ya en el segundo curso, y sobre todo el tercero, Marcelo terminó de romper y se convirtió en uno de los mejores laterales zurdos del mundo.
Lucas Silva tiene que mirarse en el espejo de su compatriota y tener paciencia para triunfar en el Real Madrid. Maestros no le faltan. Toni Kroos y Luka Modric podrán marcarle el camino para convertirse en uno de los mejores centrocampistas del mundo a corto o medio plazo. Eso sí, aguantado la presión que significa vestir la camiseta más prestigiosa de la historia del fútbol.
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