Lógicamente Tito ya no se puede defender de estas palabras ni dar su versión, por lo que lo justo y lo lógico hubiera sido respetar su memoria y no pronunciar su nombre durante la declaración que Bartomeu hizo ante el juez Pablo Ruz. Sin embargo, Bartomeu no se cortó y en su comparecencia del 13 de febrero en la Audiencia Nacional aseguró que visitó junto a Sandro Rosell a Tito Vilanova, quien en ee momento estaba "enfermo" y "en tratamiento de quimioterapia". Al parecer, el técnico les pidió realizar el fichaje de Neymar ese mismo verano, algo a lo que ellos accedieron apesar de que la operación se iba a encarecer en 42 millones de euros.
Es decir, que Bartomeu ha optado por la vía de señalar a Tito como inductor moral del fichaje, excusándose en que Rosell y él sólo cumplieron los deseos de una persona enferma. Se trata de un feísimo gesto que seguramente no va a sentar bien en gran parte del barcelonismo, toda vez que Vilanova era una persona muy querida por los seguidores culés. Aunque ahí no acaba todo, porque el presidente del Barcelona también explicó al juez que su deseo era contratar un futbolística "muy mediático" como lo había sido David Beckham en el Real Madrid, de forma que "trajera muchos sponsors" al Barcelona.
Tras estas declaraciones el Fiscal del caso decidió este lunes pedir penas de cárcel tanto para Rosell (siete años y medio) como para Bartomeu (dos años y medio), así como unas multas totales valoradas en 62,6 millones de euros. En caso de ser encontrados culpables el fichaje de Neymar podría encarecerse hasta cerca de los 150 millones de euros, todo ello sin contar las presumibles cantidades que podrían reclamar por la operación el Santos y las empresas brasileñas propietarias de parte del jugador, ya que estarían en su derecho de pedir los porcentajes que les corresponderían y que el Barcelona no les abonó al no facilitar las cifras reales del traspaso.
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