Para lograrlo, las matemáticas hablan por sí solas: ganar en el Palau Blaugrana. En caso contrario, al Madrid le bastaría con perder en Barcelona por menos de 24 puntos y después vencer en el Palacio de los Deportes a un Zalgiris Kaunas que ya nada se juega en las dos jornadas que restan para la finalización del TOP-16.
Lo que está ya definido es que ser primero cambia totalmente la ‘película’ del camino hacia la Final-Four de Madrid. Si el equipo de Laso logra el liderato, se enfrentará a Efes Pilsen o Baskonia, pero sí por el contrario hace el ‘primo’ y cae al segundo lugar, el rival sería de verdadera enjundia: CSKA o Fenerbahce. Pablo Laso no quiere confianzas y buscará la máxima motivación de los suyos en el Palau. El escenario y el rival motivan de por sí aunque no hubiera nada en juego.
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