El Real Madrid mantiene el pulso por la cabeza

Los blancos se impusieron por 3-1 al Málaga en el Bernabéu.





Dentro de esa filosofía, el partido ‘sándwich’ ante el Málaga (en medio de una eliminatoria de Champions) tenía su dosis de peligro. Por cuestiones propias, como el cansancio físico y mental de la eliminatoria europea, y ajenas (el Málaga ya ganó en el Camp Nou y venía de empatarle al Atlético de Madrid).

Eso sí, el partido no podía empezar de peor forma para los blancos. No era un gol en contra. Ni siquiera una tarjeta roja. Era una lesión. Bale se echaba la mano al gemelo y se quedaba tumbado en el suelo. El mismo galés se dio cuenta de inmediato de que algo no iba bien y le tocaba irse del campo. Chicharito era su reemplazo en un mal momento para empezar a llenar la enfermería después del vaciado que había tenido en las últimas fechas.

El ritmo del partido era rodado, es decir, no había un ida-vuelta ni tampoco un encuentro bañado en cloroformo. Quizá era lo que más le interesaba al Real Madrid, al menos hasta que se fuera clarificando el resultado. Chicharito, al poco de entrar, probaba la elasticidad de Kameni con un buen remate de cabeza en el primer palo que logró salvar el portero camerunés.

Sin embargo, iba a ser mediada la primera parte cuando el Real Madrid lograría hacer diana. Un saque de falta lateral de Cristiano Ronaldo iba a terminar siendo rematado en el segundo palo por ese defensa con alma de delantero llamado Sergio Ramos. El andaluz puso la pierna y desvió el golpeo del portugués a la red de Kameni. Por la pinta que tenía el partido se antojaba vital que fuera el Real Madrid el que se adelantara, por más que Darder tuviera una ocasión bastante clara que envió alto poco antes de la llegada del descanso.


Si el primer tiempo había empezado con la mala noticia de la lesión de Bale, la segunda tuvo repetida mala suerte para los blancos. Esta vez iba a ser Luka Modric, con molestias en la rodilla, el que se tenía que ir al vestuario antes de tiempo con la correspondiente entrada de Illarramendi. Como ya sucediera en su momento ante el Sevilla a Madrid le estaban saliendo especialmente caros los tres puntos que estaba consiguiendo.

Ficha técnica

Real Madrid 3: Casillas, Arbeloa (Carvajal 75’), Pepe, Ramos, Marcelo, Kroos, Modric (Illarra 59’), Isco, James, Bale (Chicharito 4’) y Cristiano

Málaga 1: Kameni, Amrabat, Samuel, Juanmi, Recio (Tissone 75’), Angeleri, Rosales, Boka, S. Sánchez, Castillejo (Horta 80’) y Darder (Duda 86’)

Goles: 1-0 Sergio Ramos (24’), 2-0 James (68’), 2-1 Juanmi (70’), 3-1 Cristiano Ronaldo (92’)

Árbitro: Vicandi Garrido. Amonestó a Arbeloa, Sergio Sánchez, Kroos, Tissone

Estadio: Santiago Bernabéu.

Poco después del susto de Modric, el Real Madrid se sacó una de esas jugadas rápidas que son capaces de desnivelar partidos. En esta ocasión, tras caerle el balón a James dentro del área, el colombiano era derribado. Penalti claro. Iba a ser Cristiano Ronaldo el encargado de patear la pena máxima y, en esta ocasión, fallarla. Al intentar ajustar tanto el balón buscando el palo derecho de Kameni, el cuero se estrelló contra el poste.

Eso sí, el posible golpe psicológico de no haber podido marcar el segundo gol en el partido apenas le duró tres minutos al conjunto blanco, justo el tiempo que tardó en enlazar una gran jugada colectiva, con asistencia de Cristiano Ronaldo, para un golazo con la zurda de James Rodríguez desde fuera del área. Pura delicia la del colombiano en el golpeo.

Con el 2-0 y con pocas señales ofensivas del Málaga, el Madrid parecía prometérselas muy felices. Sin embargo, los blancos, en un error de concentración en un centro a su área, permitieron que Juanmi, de cabeza, superara a Casillas y pusiera el 2-1 en el Bernabéu.

El resultado, más apretado de lo deseado, mantenía la inquietud de que el Málaga pudiera hacer la ‘cuca’ en cualquier acción final. Sin embargo, el Real Madrid supo aguantar la presión y, en los instantes finales, tras una gran acción de Chicharito por la banda derecha llegaba el 3-1 por medio de Cristiano Ronaldo para sellar los tres puntos que mantienen viva la ‘operación pleno’.