Sergio Ramos limitado por su lesión de pubis

Juega tocado y eso condiciona la táctica de Schuster





El papel de Sergio Ramos es muy propenso al debate en los medios de comunicación. El lateral tiene unas condiciones físicas bárbaras que explota siempre que puede con sus continuas incorporaciones al ataque del Real Madrid. Ésto le provoca un cerro de críticas que el andaluz tiene que sobrellevar domingo tras domingo. Sin embargo, no todos caen en dos aspectos claves que están afectando mucho al defensa madridista.

El primero y más importante es que Ramos arrastra desde hace tiempo unas molestias en el pubis que le impiden rendir al máximo con la elástica blanca. El lateral se resiente siempre al final de los partidos y en algunos entrenamientos también, según publica El País. El cuerpo técnico y médico del club conoce estas limitaciones físicas y por ello prepara algunas sesiones de entrenamiento específicas y más suaves para Sergio, conscientes de que no se le debe forzar demasiado.

El andaluz fue el tercero que más minutos disputó la campaña pasada, y en ésta se ha perdido dos partidos pero sólo uno por rotaciones. Schuster no confía en Salgado como un recambio de garantías para Ramos y la mejor muestra es las pocas convocatorias en las que ha entrado siquiera. Y ahí está el otro aspecto clave que está exprimiendo sobremanera al "4" madridista.

ROBBEN JUEGA EN LA DERECHA PARA ALIVIAR A RAMOS

La ausencia de extremos está provocando que el Madrid juegue con un dibujo asimétrico en el que sólo Robben actúa como extremo puro y normalmente en la izquierda. Así pues, la banda derecha suele quedar huérfana de extremos, siendo el propio Ramos el que deba incorporarse al ataque en casi todas las acciones. "La primera misión de un defensa es defender, pero con Sergio el discurso cambia. A él se le pide que supla esa carencia de extremos y suba a hacer un trabajo que no le compete", así de claro se expresaba un miembro del cuerpo técnico al diario El País.

Los técnicos están al tanto de todas estas situaciones que rodean al lateral, e intentan explotar todos los recursos que tienen. Asumen el riesgo que conlleva tener un lateral tan adelantado, y por eso Diarra tiene órdenes de cubrir el hueco que deja el lateral diestro por ejemplo. Otra de las medidas es que suelen cambiar a Robben de banda en las segundas partes, "si le colocamos en la derecha aun siendo zurdo es por algo: hay que aligerar las cargas de Ramos", explicaba un técnico al diario nacional.