Es por eso que en el partido del sábado, Benítez los colocó por separado. Una parte para cada uno, acompañados por Modric, en el caso de Illarra y por Kroos, en el caso del brasileño. La intención de Benítez no era otra que la de recuperar la confianza de ambos jugadores. Considera que si estaban acompañados de un titularísimo se soltarían más a la hora de jugar. Benítez es un entrenador que utiliza mucho las rotaciones y necesita que toda su plantilla esté en plenas condiciones. No puede comenzar la temporada con dos centrocampistas, puesto clave en el esquema de Rafa, mermados por la falta de confianza.
Veremos si esta opción que utilizó el entrenador del Madrid en el primer partido de pretemporada la sigue utilizando en los siguientes encuentros. El objetivo del entrenador blanco es el de tener a toda la plantilla al 100%. No quiere gente que no se sienta importante. Sabe que un jugador te puede ganar un partido pero que los campeonatos los ganan las plantillas. El mejor ejemplo es en su etapa en el Valencia. Benítez tenía a los 24 jugadores de la plantilla metidos en ritmo de competición y fue capaz de conseguir dos Ligas en tres años.
La temporada pasada Illarra y Lucas Silva se vieron, en parte, ninguneados por Ancelotti. A Illarra lo crucificó en el partido de Champions contra el Borussia de la temporada 2013-2014 y a Lucas Silva no le dio ni tiempo de demostrar si es un jugador válido para el Real Madrid o no. Ahora, Benítez tiene el propósito de recuperar al Illarra que fue clave en la clasificación de la Real Sociedad para la Champions hace dos años y comprobar si el brasileño está hecho para jugar en el Madrid. Veremos si lo consigue.
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