El equipo de Benítez, que sigue en pleno proceso de rodaje, viene de machacar al Manchester City y de empatar con la Roma. En ambos partidos se han podido sacar conclusiones, eso sí, ninguna definitiva o tan taxativa como para enterrar o encumbrar a nadie. Hay que tener claro que hablamos de la pretemporada. Eso sí, el exceso de crítica parece vender desde el primer momento. Sacarle punta a golazos como el de Benzema o a gestos como los de Cristiano Ronaldo en un entrenamiento tienen cualquier finalidad menos la de informar.
Sea como fuere lo cierto es que los días van pasando, la pretemporada va quemando etapas y el inicio de la Liga se empieza a ver en un horizonte lejano que no llega ni siquiera al mes de vida. Benítez tiene la buena noticia de que, salvo Coentrao, tiene a todo el plantel a pleno rendimiento, más allá de las típicas molestias de pretemporada que podrían hacer que hoy jugadores como Illarramendi (casi seguro), Modric o Benzema no tuvieran minutos en el choque frente al Inter.
Las rotaciones volverán a marcar un partido que debe servirle al Real Madrid para afianzarle en esa palabra que Benítez ha escrito con sangre en las mentes de sus jugadores: solidez. Un calificativo que no difiere mucho del famoso ‘equilibrio’ que sostenía Ancelotti en cada rueda de prensa. Y es que es evidente que con la parcela ofensiva que tiene el conjunto blanco, a nada que el equipo consiga cerrar su portería, las alegrías en forma de títulos estarán más cerca de conseguirse. Para que eso llegue todavía hay mucho por probar.
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