Más allá del irregular fútbol que está demostrando el equipo merengue en esta pretemporada, una de las cosas que están quedando claras es que este nuevo Madrid es un conjunto al que es muy difícil hacerle ocasiones de gol. Su pretemporada está siendo exigente al contar con rivales de primer nivel, pero la mayoría de ellos han tenido que conformarse con simplemente pisar el área del equipo español. Hasta este miércoles el Real Madrid únicamente había encajado un gol en sus cinco partidos de preparación, y curiosamente fue de penalti injusto en su victoria más clara de todo el verano (4-1 contra el Manchester City).
Por eso Benítez le había comentado a sus jugadores la importancia de mantener esta buena dinámica contra el Bayern de Múnich. El campeón alemán debía ser una buena prueba para medir la solidez defensiva que está empezando a demostrar el equipo, por lo que el reto era ampliar lo máximo posible esos más de 315 minutos de imbatibilidad que acumulaban entre Keylor Navas y Kiko Casilla. Pero había un pequeño 'gran problema', ya que el rival en el Allianz era uno de los equipos más poderosos del mundo en ataque.
No en vano, este martes los bávaros ya habían marcado tres goles ante el Milan en el partido de semifinales y en la final tampoco se han ido de vacío. A pesar del buen trabajo realizado por la zaga merengue, ha sido Lewandowski el que en el minuto 87' ha marcado al Madrid el primer gol en jugada del verano. Ha sido un gol incómodo que evidencia que, a pesar de la buena imagen que viene mostrando el equipo, aún queda mucho por trabajar en los próximos días para acabar alcanzando el verdadero nivel defensivo que el entrenador le exige a sus hombres.
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