Si alguien pensaba, o deseaba, que la salida de Iker Casillas y Carlo Ancelotti iba a provocar la ruptura del vestuario blanco, se equivocaba por completo, al revés. A lo largo de los 30 días de convivencia no ha existido entre los futbolistas ni el más mínimo roce entre ellos. A pesar de que la alta intensidad en los entrenamientos ha sido una constante, no se ha visto ninguna entrada fuera de tono ni ningún enfrentamiento. El equipo es una piña.
Ha reinado la deportividad en todo momento. Saben que tienen que ganarse el puesto de titular y que hay que entrenar duro, pero nadie ha sobrepasado la línea marcada, más bien lo contrario. Hemos podido ver como los jugadores disfrutaban y lo pasaban bien mientras realizaban los ejercicios y siempre con una sonrisa en la boca, y eso que quisieron vender el 'enfado' de Cristiano Ronaldo con Benítez como una 'divorcio' entre ambos. Nada más lejos de la realidad.
Otro ejemplo de que el ambiente es inmejorable son las continuas fotos y videos que han compartido los futbolistas de la primera plantilla en redes sociales. Las concentraciones dan para mucho y siempre es bueno realizar actividades con el resto de tus compañeros, como Sergio Ramos, que colgó un video en Twitter jugando con Nacho Fernández e Isco en la piscina de uno de los hoteles en los que han estado. Dicen que la unión del vestuario es clave para la consecución de títulos, si es así, el Real Madrid va por el buen camino.
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