Bosnia, la 'catapulta' de Luka Modric al éxito (II)

DC repasa la carrera profesional del mediocentro croata antes del Real Madrid


Luka Modric




Tomislav Basic fracasó en su intento por llevar a Modric al equipo que deseaba. El joven Luka, que pronto empezaría a ser calificado como el Cruyff de los Balcanes por su cuestionable parecido físico con Johan Cruyff, continuó con su proyecto de convertirse en futbolista profesional trabajando a las órdenes de un entrenador personal, Robert Botunac, que considera que su fuerza mental fue clave para sobreponerse al rechazo del Hajduk Split: "Mentalmente, Luka es muy fuerte. Gracias a eso ha llegado donde está", confesaba tras el fichaje del mediocentro por el Real Madrid. "Cuando estaba en el Zadar trabajábamos sobre todo lo técnico porque tenía un entendimiento del juego innato. Trabajábamos la entrega, la conducción y el disparo con las dos piernas", explica quien fuera su sombra durante los últimos años en su primer club.

Luka ModricY es que al finalizar la educación primaria, Basic convenció a Modric para que volviera a intentar entrar en uno de los equipos grandes de Croacia. En esta ocasión, el mentor del futbolista le llevó a los campos de entrenamiento del Dinamo de Zagreb, el eterno rival del Hajduk Split. Al igual que sucedió en Split, los responsables de la cantera del Dinamo desconfiaban de su valía a causa de su tamaño y complexión, aparentemente frágil. Pero su capacidad para entender el fútbol sorprendió gratamente a los mandamases del conjunto capitalino y el fichaje de Modric se hizo efectivo rápidamente, convirtiéndose Luka en la joya de la corona del Dinamo de Zagreb.

Modric terminó de formarse como futbolista en el conjunto de la capital de Croacia, escalando peldaños poco a poco hasta convertirse en el jugador más importante del filial. Sin embargo, una vez más los viejos fantasmas sobre su tamaño volvieron a evitar que su llegada a la élite fuera más prematura. El Dinamo de Zagreb consideró que lo mejor para su progresión era una cesión, nada menos que a la que es considerada la competición más dura de los Balcanes: la Liga Bosnia. Modric se marchó prestado por una temporada al Zrinjski Mostar, equipo con el que debutó profesionalmente con sólo 17 años. Allí se curtió a base de golpes, de injusticias y de la brutalidad de los rivales, que no tenían piedad de aquel joven que pese a su aspecto enclenque soportaba todo tipo de entradas y tenía la fuerza necesaria para seguir liderando a su equipo. Hasta el punto de que fue nombrado el mejor jugador de la liga bosnia esa temporada.

Aquella cesión de un año en Bosnia no fue suficiente para el Dinamo de Zagreb, que seguía desconfiando de su capacidad para actuar en el centro del campo en una competición como la de Croacia. Por esta razón, el Inter Zapresic de la primera categoría croata fue su siguiente equipo, de nuevo en forma de cesión. Sus buenas actuaciones le llevaron al subcampeonato de la Prva HNL y  a debutar con 18 años en la Selección Croata Sub 21. A los 19 años se ponía por primera vez al frente del Dinamo de Zagreb, erigiéndose en su gran estrella en pocos meses. En su primera temporada, la 2005-06, conseguía su primer título como profesional al alzarse con el campeonato croata. En la 2006-07 y 2007-08 sumaba dos dobletes consecutivos, estableciendo el reinado del Dinamo de Zagreb bajo su mando. Poco a poco, los grandes clubes de Europa empezaban a llamar a su puerta.


Alrededor de 20 millones de euros tuvieron la culpa de que Modric fichara por el Tottenham en el verano de 2008, una contratación que fue impulsada por Juande Ramos, por entonces técnico de los Spurs. Una lesión de rodilla y la pronta destitución del entrenador español fueron las primeras trabas en el camino hacia el éxito internacional de Modric, que sin embargo se rehizo con la misma fuerza de siempre y terminó convirtiéndose en el líder total del Tottenham. En Londres vivió cuatro años de su vida, hasta que en 2012 José Mourinho reclamó su presencia en el Real Madrid. El resto de la historia la conocemos todos, y a sus 29 años todavía quedan muchas páginas por escribir.