La temporada pasada vimos a un Toni Kroos agotado y que le pesaban las botas en el tramo final del curso. La acumulación de minutos que tuvo con Carlo Ancelotti en el banquillo le pasó factura al jugador germano. Esto es algo que quiere evitar Rafa Benítez. El centrocampista es un jugador clave en el esquema del entrenador madrileño pero sabe que tendrá que dosificarle para que llegue en plenas condiciones al tramo decisivo del año, Ahí es donde entra Casemiro. El brasileño será el encargado de que Kroos se baje menos al barro y su papel será decisivo.
Con esto no quiere decir que el internacional germano vaya a estar en el banquillo más de lo previsto. Rafa Benítez quiere rodearlo con jugadores que se sacrifiquen más defensivamente y le dejen a él más libertad, sin necesidad de realizar tanto trabajo sucio en el centro del campo, que a la postre desgasta mucho al futbolista. El míster quiere que Casemiro sea el coche escoba del '8' blanco en partidos en los que se necesite un despliegue físico superior.
Con el nuevo sistema táctico que ha implantado el técnico merengue, Kroos estará más cómodo. Siempre tendrá un jugador cerca que le facilite la salida de balón o que le ayude a la hora de robar el esférico. En principio, Luka Modric será el acompañante habitual en el centro del campo, pero la presencia de Casemiro también será muy importante para conseguir el ansiado equilibrio que faltó el año pasado.
Tras un año en el que apenas tuvo vacaciones por la disputa del Campeonato del Mundo, el jugador ha disfrutado de sus 30 o 40 días para desconectar y recargar las pilas. Afronta su segundo año en el Santiago Bernabéu y Rafa Benítez tiene la idea de no castigarle tanto como su predecesor en el cargo. El técnico es consciente de que si Kroos llega en un buen estado de forma al mes de mayo las opciones de que el Real Madrid consiga títulos son mayores.
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