El entrenamiento ha comenzado con un intenso calentamiento para posteriormente realizar trabajo específico de balón. A continuación, los jugadores blancos realizaron trabajo de posesión de balón. Benítez hizo hincapié en la circulación rápida de balón y en mejorar la precisión ante defensas cerradas.
Para finalizar, el técnico diseñó trabajo técnico-táctico para seguir mejorando las debilidades del equipo. La obsesión del técnico pasa por convertir al Real Madrid en un equipo equilibrado que ataque con sentido y que, sobre todo, sepa defender para no conceder peligro en su portería. Mañana viernes, los blancos realizarán el último entrenamiento antes de recibir este sábado al Betis en Chamartín.
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