El equipo inglés ha emprendido una huida hacia delante a pesar de que los hechos le delatan. En sus manos estaba tramitar la operación después de que esta hubiera quedado cerrada a última hora de la tarde del lunes. Pero incomprensiblemente lo que habitualmente lleva unos minutos se alargó durante varias horas, aunque de manera bastante llamativa el United se 'guardó' de enviar todos los documentos a tiempo. En concreto el Madrid recibió los contratos a las 23:59 de la noche. Dentro del plazo estipulado, sí, pero con el hándicap de que no tenía tiempo material para revisar los papeles y remitirlos a la LFP.
Así pues, en Old Trafford se 'lavan las manos' y apuntan a que ellos cumplieron con su deber al enviar todo el material dentro del plazo. Pero no reconocen que la clave de todo estuvo en la hora en la que gestionaron el fichaje con la FIFA, a escasos segundos de que finalizara el mercado. Según sus argumentos la culpa la tuvo el Real Madrid por no ser capaz de hacer sus gestiones en menos de un minuto. Algo que no sostiene ningún análisis lógico y que deja en evidencia su mala praxis en todo este asunto.
Por eso es inevitable no pensar mal y especular con la posibilidad de que todo se haya tratado de un orquestado plan para torpedear el objetivo de De Gea y del Real Madrid de unir ya sus destinos. Al parecer para el United esto era un asunto de orgullo y han actuado en consencuencia, aunque la secuencia de los hechos les señala inevitablemente como principales responsables de este sainete.
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