Porque eso es lo que se busca desde Barcelona; que el Madrid entre el juego y se acabe por acusar al club blanco de ser el ‘malo’. Piqué ha quedado retratado, su antimadridismo y su complejo de inferioridad serán algo que viva con él toda la vida. Por eso, en el club tienen muy claro que lo mejor es zanjar este tema y dejar a Piqué y al Barcelona que sigan siendo ellos los que hagan constantemente el ridículo.
“No me arrepiento de nada, lo volvería a hacer”. Con esta frase queda demostrado que a Piqué le importa un ‘bledo’ generar violencia en los estadios, que vive obsesionado con el Madrid y que ni en la mejor época de la historia del club azulgrana, es capaz de celebrar los títulos sin acordarse del eterno y siempre superior rival, Real Madrid.
La historia es soberana y por mucho que Piqué se empeñe, el Madrid siempre será el mejor club del mundo. Siempre se ha dicho que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Piqué queda retratado cada vez que abre la boca. Eso es lo que quieren en el Madrid. Que quede ‘retratado’. Desde la Calle Concha Espina no habrá un solo comentario más al respecto…
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