El crecimiento de Marcelo durante todos estos años ha sido espectacular. Le costó encontrar su sitio. Muy bueno ofensivamente, siempre deja detalles de su tremenda calidad, pero frágil en defensa. El primer entrenador que consiguió que Marcelo mejorará defensivamente fue Mourinho, aunque hubo tramos con el entrenador luso que era suplente.
Lo cierto es que el paso de Mou por el Santiago Bernabéu le vino muy bien al '12' madridista para convertirse en lo que es ahora. A sus 27 años, está en el mejor momento de su carrera, en el partido de hoy lo ha vuelto a demostrar. Es uno de los pesos pesados en el equipo, ha alcanzado la madurez necesaria para ser una de las cabezas visibles del vestuario y es clave en el sistema de juego de Rafa Benítez.
Ante el PSG ha llegado a los 330 partidos de blanco. Una cifra muy alta teniendo en cuenta la juventud de Marcelo. Todavía lejos queda la cifra de su ex compañero, compatriota, amigo e ídolo de la infancia. A buen seguro que el carioca tiene en mente los 527 partidos de Roberto Carlos.
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