Keylor y la pegada hacen más líder al Real Madrid

Eso sí, como ya sucediera en París el Real Madrid salió al partido demostrando que, aunque con muchísimas bajas, al equipo blanco hay que respetarle y temerle a partes iguales. De hecho, sólo habían pasado ocho minutos de partido y los blancos ya se estaban adelantando en el marcador. Iba a ser Cristiano Ronaldo, tras un buen pase de Lucas, el que definiría como el mejor de los ‘9’. Un remate casi cayendo sobre el suelo pero que se coló junto al palo izquierdo. Un tiro tan imparable como difícil de ser ejecutado. El Madrid golpeaba primero y hacía buena su magnífica puesta en escena.

El Celta se vio sorprendido por el gran posicionamiento merengue. Cristiano hacía de ‘9’ y era Jesé el que jugaba en la izquierda. Kroos presionaba arriba, dificultando la salida desde atrás de los locales. Y luego estaba Casemiro, el amigo de todos a la hora de construir y destruir. Eso sí, cuando el Celta conseguía superar todos estos impedimentos se encontraba con el ‘peor’ de todos, Keylor Navas. El portero merengue hizo cuatro paradas grandiosas durante la primera mitad que maniataron a los delanteros del Celta. La primera de ellas, todavía con 0-1 en el marcador, se la hizo a Orellana en una gran estirada hacia su derecha en un balón que olía a golazo.

Antes de que el portero merengue siguiera con su recital, el Real Madrid abriría aun más la brecha en el marcador gracias a una subida de Danilo por la derecha y un buen pase a la espalda de Jesé. El brasileño recordó sus tiempos como extremo y logró superar a Sergio con un remate colocado al palo más cercano a su posición.

El Madrid estaba muy cómodo en el partido y sus dos primeras llegadas habían terminado con premio.  Una recompensa que Keylor Navas le negó hasta en tres ocasiones a los locales en  la recta final del primer acto. Primero fue una parada a remate desde fuera del área de Jonny, después un paradón a bocajarro a Aspas y, por último, un cabezazo de Hernández volvió a sacar lo mejor del repertorio del portero merengue, demostrando que sus números esta temporada no son fruto del azar sino del trabajo, la colocación y el estado de forma. El mejor del mundo ahora mismo, sin ninguna duda.

La segunda parte del partido comenzó con una ocasión de oro para el Real Madrid. Lucas Vázquez, partiendo desde la derecha, tiró una diagonal que le permitió presentarse delante del portero local. El canterano tuvo una gran idea, aunque le falló la ejecución al intentar picar el balón por encima de Sergio. Hubiera sido un golazo.

El Celta tuvo un coletazo después de la ocasión de Lucas en una jugada por la izquierda de Nolito que finalizó con un remate alto por encima de la meta de Navas. Iba a ser el último antes de que Cabral perdiera los nervios, porque poco después el cuadro gallego se quedaría con 10 jugadores por su expulsión. El central vigués se excedió en sus protestas en una falta muy clara sobre Ramos de un compañero, y acabó en la caseta tras ver su segunda amarilla.

Curiosamente, al Real Madrid no le sentó nada bien el verse con un jugador más sobre el campo. Eso, y que el cansancio empezó a aparecer de forma más que importante en el quipo de Benítez. Marcelo tenía que sacar bajo la línea de gol un remate que ya se colaba en la meta de Navas.

Los locales empezaron a creerse que era posible subirse a las barbas del gigante blanco. Nolito, desde la frontal del área se sacó un latigazo tremendo que, tras tocar en el larguero, acabó en la red de la portería de Keylor Navas. Al Madrid le esperan aun cerca de 10 minutos para aguantar las embestidas de un Celta que se crecía por momentos.

El partido entró en los minutos de descuento y con el Celta a tumba abierta, el Madrid tuvo sus opciones de, a la contra, matar definitivamente el encuentro. Cristiano Ronaldo la tuvo delante del portero, pero al intentar picar el balón por encima de Sergio falló. Eso sí, el que no fallaría sería Marcelo que, en el último segundo de partido, recibió dentro del área el balón y superó al portero local para sentenciar, esta vez sí, el partido ante un Celta que nunca se rindió. El Madrid es más líder y el único invicto de la Liga.