El Real Madrid mantiene el liderato con suficiencia

Los blancos se impusieron por 3-1 a Las Palmas en el Bernabéu.





Aun así, tanto los datos históricos como las sensaciones previas hacían presagiar una victoria blanca en el debut de Kiko Casilla como portero titular del Real Madrid. Un debut, el del ex del Espanyol, que vería muy pronto cómo se transformaba en alegría con el 1-0.

Y es que sólo habían pasado tres minutos de partido y los blancos ya estaban celebrando su primer gol de la tarde. Fruto de una gran presión en campo contrario por parte de Jesé los de Benítez robaban un balón en la línea de creación de Las Palmas. El juego rápido se antoja imprescindible en esos momentos, de ahí que Casemiro apenas se lo pensara para meter el balón interior con dirección a las botas de Isco. El malagueño controló y con la izquierda no perdonó cruzando el balón. Con mucha gente aun tomando asiento el Real Madrid ya había marcado.

Como la cosa parecía que iba de goles tempraneros no hubo que esperar mucho para ver el 2-0. El dominaba con cierta facilidad a su oponente y dentro de esa superioridad iba a destacar esa conexión formada por Marcelo y Cristiano Ronaldo que, precisamente por ser tan clásica, es de las que nunca falla. 13 minutos de partido y el centro del brasileño con la zurda lo remataría en plancha de cabeza el portugués a la red de los visitantes. Dos de dos y efectividad plena para los blancos.

El conjunto de Benítez dominaba el partido con suma facilidad. Sin necesidad de realizar esfuerzos mayúsculos, el Real Madrid seguía llegando sobre la portería de Varas. El portero visitante fue, por cierto, protagonista de dos ataques casi consecutivos del Real Madrid ya que sus dos grandes paradas, una a Jesé y otra a Isco, impidieron que se hiciera realidad el tercer gol del equipo merengue.


Ficha técnica

Real Madrid 3: Casilla; Danilo, Nacho, Varane, Marcelo; Kroos (Mayoral 87’), Casemiro, Modric (Lucas 46’); Cristiano, Jesé (Llorente 79’), Isco

Las Palmas 1: Javi Varas; David Simón, Aythami, Bigas, Garrido; Hernán (Tana 62’), Roque, Vicente; El Zhar (Nauzet 67’), Viera y Willian José (Araujo 79’)

Goles: 1-0 Isco (3’) , 2-0 Cristiano Ronaldo (13’), 2-1 Hernán (37’), 3-1 Jesé (42’)

Árbitro: Jaime Latre. Amonestó a Hernán, Vicente, Aythami

Estadio: Santiago Bernabéu.

Sin embargo, como esto del fútbol tiene estas cosas que sólo el azar puede descifrar, iba a ser el cuadro visitante el que anotaría el 2-1. Hernán, de cabeza y a la salida de un córner, terminaría con la imbatibilidad del Real Madrid en el Bernabéu esta temporada. Un gol que, a pesar de todo, no puso demasiado nervioso al conjunto blanco. Y mucho menos a uno de los mejores del equipo merengue, Jesé, que ante el equipo de su tierra no iba a dejar pasar la oportunidad de anotar un gran gol con un remate cruzado desde dentro del área. El canario continuó demostrando que con el respeto de las lesiones, un buen físico y la confianza del técnico, tiene peligro y genio en sus botas para regalar.

La segunda parte del encuentro comenzó siguiendo el guión esperado. A Las Palmas no le daba su fútbol para generar peligro sobre la portería del Real Madrid, más allá de un remate lejano de Willian José bien despejado por Casilla, mientras que al cuadro de Benítez tampoco se le veían grandes necesidades de desgaste en este partido. Es más, el técnico blanco decidió sustituir a Modric en el descanso en el partido. El horizonte, con PSG y Sevilla, es demasiado cercano y peligroso como para tener desgastes innecesarios.

Los minutos pasaban muy lentamente sin que hubiera mucha más repercusión en el partido. No había ocasiones y la circulación del balón empezaba a ser una forma de hacer pasar el tiempo por parte de ambos. Sólo en la recta final un remte de Cristiano bien despejado por Varas, rompió la dinámica. Las Palmas no terminaba de venirse arriba, seguramente porque tenía el miedo de que a la contra el Real Madrid pudiera golearle, de ahí que al final todos dieran por bueno el resultado final de 3-1 que mantiene al Real Madrid en la cabeza de la Liga tras un partido ganado con suficiencia y no demasiado desgaste.