Busquets jugaba en el equipo juvenil de Jabac allá por 2005; el Barça le tenía controlado pero no daba el paso para cerrar el fichaje de manera definitiva. Valencia y Real Madrid le seguían y, a través de uno de los ojeadores en Cataluña, el club madridista dio el paso para intentar cerrar el fichaje. Manuel Moreno quiso convencer al jugador pero la operación no pudo realizarse.
El fichaje era muy complicado; el Barça tenía una opción preferente sobre el mediocentro y tenía el derecho a llevarse al futbolista simplemente igualando cualquier oferta que recibiría el Jabac y el futbolista. Moreno le citó para unas pruebas en Valdebebas pero Alexanco reaccionó y consiguió que Busquets terminara firmando por el Barça.
Sin duda, faltó muy poco para que el jugador catalán se vistiera de blanco pero en el Madrid no pudieron hacer más. Una década después el hijo de Carlos Busquets es titular indiscutible en el eterno rival y uno de los hombres más importantes para Luis Enrique. El Madrid tendrá que sujetarle en corto para intentar llevarse el ‘Clásico’.
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