Por ello, Benítez lleva más de una semana insistiéndole a sus dos delanteros que la presión sobre los centrales y los laterales azulgranas debe ser constante. Lógicamente, no puede ser siempre asfixiante pues el partido dura 90 minutos, pero sí debe ser un ‘pressing’ inteligente que dificulte la salida de balón barcelonista.
Si al Barça se le presiona, se le agobia y se le juega de manera ordenada, los de Luis Enrique. Se ha demostrado ya esta misma temporada. Equipos como el Celta o el mismo Sevilla le sacaron los colores al equipo culé a base de presión, robo y verticalidad. En ambos partidos, el esfuerzo físico de los Nolito, Aspas, Gameiro y compañía fue realmente asombroso.
Evitar que el equipo se ‘parta’ es el objetivo. Mantener las líneas juntas y jugando en pocos metros debe ser clave para que el Real Madrid tenga, en todo momento, el partido controlado. Contra este Barcelona, nunca se puede estar tranquilo al 100% pero el conjunto madridista sí debe ser capaz de llevar el choque a su terreno. Bale y Cristiano Ronaldo, esta vez, no tendrán permiso para ‘descansar’.
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