La fiabilidad del Real Madrid ante los equipos grandes se ha puesto en entredicho en las últimas semanas. El equipo blanco consiguió ganar en San Mamés, sumó un empate en el Vicente Calderón con media hora de muy buen juego y ante el PSG, con muchas bajas, fue capaz de poner contra las cuerdas a los franceses en el Parque de los Príncipes y posteriormente ganar, aunque de 'chiripa', en el Santiago Bernabéu. El rendimiento del equipo en los partidos más duros no estaba siendo malo, pero de repente los blancos se han venido abajo.
Los resultados cosechados ante el Sevilla en el Pizjuán, perdiendo por 3-2 después de haber ido ganando, la goleada en el Clásico (0-4) y la última derrota en El Madrigal han puesto en entredicho la capacidad del Real Madrid para superar a los rivales más potentes. Es por eso que los blancos se han conjurado para intentar que en Mestalla llegue la primera gran victoria de la temporada, si es que la de San Mamés no se considera como tal. El Valencia es uno de los equipos más complicados de la Liga, pese a su actual situación, y Benítez quiere dar un golpe sobre la mesa en su vuelta a Mestalla.
El Real Madrid necesita reaccionar ante Rayo Vallecano y Real Sociedad antes de final de año, pero sobre todo necesita una gran victoria para comenzar el año en la misma plaza donde la pasada temporada perdió su primer partido. Mestalla es un estadio complicado y si el equipo consigue encadenar los próximos tres compromisos con victoria, incluido el duelo ante el Valencia, seguro que la mala racha de resultados ante los grandes empieza a olvidarse. El Real Madrid tiene toda la segunda vuelta, además, para demostrar que no teme a nadie y que, todos juntos, remando en la misma dirección, son capaces de ganar a cualquiera. Intensidad y trabajo durante los 90 minutos es lo que pide Benítez para lograrlo.
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