Mateo Kovacic tenía hasta este domingo talismán con el Real Madrid. El futbolista croata había sido titular hasta el momento en siete encuentros con el equipo blanco (cuatro de ellos en Liga de Campeones) y en todos ellos el Real Madrid ganó. En Europa, estuvo presente en los dos partidos ante Shakhtar Donetsk y Malmö, mientras que en Liga fue titular, hasta este domingo, en los encuentros ante el Athletic, el Levante y el Eibar.
De este modo, a base de buen fútbol, de buen trabajo y de buenos números, Kovacic se había convertido en uno de los preferidos de Benítez en el vestuario. El mister pidió en su momento el fichaje del croata y está convencido de que acertó con su petición, aunque necesita pulir detalles. Lo que pasó en Mestalla con su expulsión no se puede permitir. De momento, eso sí, el balcánico ya ha sentado a James y a Isco y apunta a seguir aspirando a la titularidad en un futuro cercano. Benítez tiene claro que no volverá a hacer alineaciones políticas tras los últimos acontecimientos.
La titularidad de Kovacic es la mejor demostración de que el esfuerzo, el trabajo y la dedicación son claves para conseguir un sitio en el Real Madrid. Benítez valora la calidad, pero también valora todo esto y espera que toda la plantilla siga el ejemplo de jugadores que sabiendo que no van a ser los más habituales se dejan la piel en el campo en busca de mayor protagonismo. Ese exceso de intensidad esta vez jugó una mala pasada.
DEJA TU COMENTARIO