Es cierto que el ‘expreso de Cardiff’ ya ha brillado en el Real Madrid, pero no es menos verdad que la irregularidad también le ha acompañado en toda su trayectoria como madridista. Bale realizó una temporada inicial espectacular, marcando 22 goles y llevando al Madrid a la Copa del Rey y la Liga de Campeones con dos golazos que serán siempre recordados por el madridismo.
Pero tal y como llegó al ‘cielo’, Bale bajó al infierno la pasada temporada. Las lesiones, la desidia y el bajo rendimiento hartaron a una buena parte del madridismo que llegó a pitarle durante varios partidos. Lejos de beneficiarle, la llegada de Benítez le causó mayor incertidumbre y peor conexión si cabe con la grada. Bale no brillaba pero el final de 2015 y el comienzo de 2016 han sido de lo más esperanzadoras. Ya suma 12 goles en la Liga y en los cuatro últimos encuentros ligueros ha anotado 8 goles.
En el galés se ve otra mirada, otro ánimo sobre el césped y compromiso en todos los sentidos. La actitud que mostró contra el Deportivo no ha sido sino poner en énfasis todo lo que tiene dentro. Zidane sabe que tiene en sus filas a un Balón de Oro en potencia al que simplemente hay que darle confianza y galones de estrella para que acabe explotando y llevando al Real Madrid a lo más alto.
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