Los datos del luso en el campeonato nacional de Liga son realmente espectaculares. En su primera temporada, y pese a estar más de dos meses parado por una lesión, consiguió disputar 29 partidos, 28 de ellos como titular. Con la llegada de Mourinho, llegó a ser casi imposible ver una alineación liguera del Real Madrid sin la presencia de Cristiano en la punta del ataque.
Jugó 34 encuentros en la 2010-2011, jugó las 38 jornadas en la 2011-2012 -el Real Madrid fue campeón de Liga con 46 tantos del portugués-. Una temporada más tarde llegó a los 34 choques, hace dos campañas jugó tan ‘solo’ 30 encuentros y el pasado curso solamente se perdió tres encuentros. Ronaldo ha sido un fijo para Pellegrini, para Mourinho, para Carlo Ancelotti, para Rafa Benítez y ya lo está siendo para Zinedine Zidane.
Antes del duelo ante el Sporting, Cristiano Ronaldo había anotado 234 goles en 219 encuentros de Liga. Un auténtico escándalo que, en ocasiones, no se valora en su justa medida. El madridismo debe valorar a un jugador cuyos números, muy probablemente, sean irrepetibles a lo largo de la historia.
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