Hay que remontarse hasta el 26 de abril del 2015 para encontrar la última remontada protagonizada por el Real Madrid en un partido clave. Hace ya nueve meses el equipo merengue visitaba Balaídos para intentar ganar al Celta y mantenerse en la lucha por la Liga. Los gallegos se pusieron 1-0 gracias a Nolito, pero los blancos dieron la vuelta al marcador para acabar imponiéndose por 2-4.
Desde entonces y en estos nueve meses el Real Madrid solo ha sido capaz de ganar dos encuentros en los que se llegase a poner por debajo en el marcador. Uno fue en la última jornada de Liga de la pasada temporada, con el título ya decidido, cuando el Getafe se puso 1-2 pero acabó cediendo por 7-3. La otra fue en la reciente visita del Rayo Vallecano al Santiago Bernabéu, donde perdió por 10-2 después de ponerse ganando y acabar jugando dos jugadores menos.
El problema es que en todos estos meses, la seña de identidad del Real Madrid, que era la de luchar hasta el final y conseguir remontadas históricas, parece que se ha esfumado. El último ejemplo fue ante el Betis el pasado fin de semana, pero en esta temporada ya son varios los ejemplos de que el intento de dar la vuelta al marcador se ha quedado en nada.
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