Desde que se estrenara el 2016, el Real Madrid ha jugado cuatro partidos de Liga. Todavía no saben lo que es perder y quieren que contra el Espanyol terminar los primeros 30 días del nuevo año con un triunfo ante el cuadro perico. Hay que retomar la dinámica ganadora y empezar a dejar de perder puntos. La Liga, aunque complicada, no está imposible y esperan cerrar enero con una victoria que le deje un buen sabor de boca de cara a febrero, mes donde vuelve la Champions.
Debutaron en 2016 en Mestalla. El equipo, aquel entonces dirigido por Rafa Benítez, empató con diez hombres ante el Valencia. Las sensaciones fueron positivas, pero el no lograr la victoria fue la gota que colmó el vaso y el técnico madrileño fue destituido. Llegó Zidane y con él dos goleadas, ante Deportivo de la Coruña y Sporting. Los blancos desplegaron un gran juego que se mantuvo ante el Betis, aunque el resultado en el Villamarín no fue el esperado.
Ahora toca la visita el Espanyol al Santiago Bernabéu, para cerrar un mes de enero un tanto extraño. Contra el cuadro perico el Real Madrid debe volver a ganar ante su público para no descolgarse, definitivamente, de la Liga. Además el terminar enero sin ninguna derrota sería un buen comienzo de lo que se espera sea una larga etapa de Zidane en el banquillo de Chamartín.
Fuente de la imagen: realmadrid.com
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