El madridismo casi no recuerda ya cuándo fue la última vez que el Real Madrid ganó un partido de Liga fuera de casa. El equipo blanco está en una dinámica muy negativa fuera de casa, hasta el punto de que ha ganado sólo uno de los últimos cinco encuentros a domicilio (dos derrotas, dos empates). Fue a finales del pasado mes de noviembre en Ipurúa, ante el Eibar. Antes de eso había perdido con el Sevilla en el Pizjuán. Y después de eso perdió con el Villarreal y empató con el Valencia y el Betis. Ahora, ante el Granada, toca volver a sumar de tres en tres lejos del Bernabéu.
Pasar más de dos meses sin ganar un partido fuera de casa es algo que el Real Madrid no puede permitirse. Por suerte, en este tiempo el equipo ha tenido más compromisos como local que a domicilio, pero a estas alturas de la temporada y con la situación en que se encuentran los merengues, dejarse más puntos es despedirse definitivamente de toda esperanza en poder darle la vuelta a la clasificación del campeonato de Liga.
Esta temporada, el Real Madrid sólo ha ganado cuatro partidos de los diez que ha jugado fuera de casa en Liga. Curiosamente, rindió mejor en algunos estadios teóricamente más complicados, como San Mamés o Balaídos, donde sumó tres puntos. En el Calderón o en Mestalla no pudo pasar del empate. Lo bueno para el equipo madridista es que salvo el Camp Nou, ya ha visitado los estadios de los ocho primeros clasificados del campeonato de Liga.
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