Tal y como señala este jueves el diario 'As', en los seis encuentros de la fase de grupo el Real Madrid había recorrido una media de 106,686 kilómetros por duelo. Mientras tanto, en la capital italiana realizó 109,027 kilómetros en total, superando así en más de un kilómetro su máximo registro hasta ahora, el conseguido en Ucrania ante el Shakthar (108,015 kilometros). Lo cual demuestra que el estilo de juego que se aplica no influye en el trabajo que hacen los futbolistas sobre el terreno de juego. Ser más conservador no supone correr y esforzarse menos, ni viceversa.
Es decir, Zidane está sabiendo inculcar en sus hombres un sacrifico desde el buen fútbol, algo que no logró Benítez en sus seis meses al frente del equipo. De hecho, con su propuesta de posesión (tuvo el balón el 60 % del tiempo) logró que la Roma tuviera que correr aún más (114,123 kilómetros), por lo que los italianos acabaron teniendo mayor desgaste. Y gran culpa de ello la tuvieron Kroos y Modric, ambos imperiales en la construcción. El alemán fue el que más corrió en el Real Madrid (11,416 kilómetros) y además repartió juego con una precisión casi milimétrica (102 pases buenos de 106 intentados, el 96 %). Unos datos que vuelven a confirmar que si hay algunos que han salido ganando con la llegada del francés, esos han sido los centrocampistas.
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