Pasillo y honores de campeón







El título es seguro, pero el papelón puede ser mayúsculo. La Federación Española de Fútbol ha comunicado que será su presidente Villar quien personalmente entregue la Copa que acredite al Madrid como campeones, ses que los blancos tienen que festejar el campeonato en el Bernabéu tras haber conseguido la Liga bien en Pamplona o en Zaragoza.

Así como el pasillo es un bonito gesto del equipo perdedor hacia el campeón reconociendo su supremacía, la entrega de la Copa puede resultar explosiva para Villar. El máximo mandatario de la Federación mantiene su posición gracias al apoyo prometido de unos pocos, y el coaccionado de otros tantos. Entre los pilares que le sostienen el más fuerte sin duda es el del Barcelona, con Laporta a la cabeza.

Es justo el presidente del club catalán el que tendría que sufrir una doble humillación: no sólo el ver cómo su equipo tiene que hacer pasillo y aplaudir a su eterno rival, sino también como el presidente al que apoya incondicionalmente entrega la Copa de campeón al Raúl González, capitán de los blancos. Quizá ésto sea demasiado para Laporta, y al día siguiente le retire el saludo y algo más que eso al bueno de Villar, que tiene en sus manos un papelón que puede hacer temblar su fuerza en la Federación.

Pero la cosa no acaba aquí. El Real Madrid ha comenzado unos actos protocolarios en los que está invitando al Bernabéu a los presidentes de las comunidades y los alcaldes de las ciudades de donde pertenecen los equipos que acudirán al Bernabéu de aquí al final de Liga. De esta forma, ya se le ha hecho llegar al lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe , la invitación para que acuda este fin de semana al palco del coliseo blanco.

Por ello, el acto de coronación del Madrid como campeón se puede convertir en una humillación a todos los niveles, pues ahí podrían estar también Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, y José Montilla, presidente de la Generalitat, además de Joan Laporta, para reconocer con pasillo y honores al campeón. La fista está servida.