El antimadridismo de Piqué es patológico, pero el central azulgrana asegura que sus provocaciones tienen un fin. Según él, no provoca por el mero hecho de ser antimadridista, sino por dar "espectáculo". Unas declaraciones que se caen por su propio peso, ya que cuando le van mal dadas no suele abrir la boca...
"No me creo más auténtico que los demás. Yo tengo clara cuál es mi forma de ser y me comporto acorde a ella. A mí me gusta ese pique y considero que forma parte del espectáculo. Es la gracia del juego. La rivalidad b-Madrid es lo que nos ha hecho estar siempre entre los más grandes. Por eso me gusta azuzar de vez en cuando esa rivalidad. No es provocar por provocar", aseguró el zaguero culé en una entrevista para GQ.
Estas palabras vuelven a dejar claro que Gerard Piqué no tiene dos dedos de frente. Prefiere estar a malas con el resto del mundo antes que dejar de comportarse como un niño. Y es que, por más que él lo considere parte del espectáculo, la realidad es que su comportamiento no hace más que incitar al odio sin necesidad.
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