Si hace unos días Carlo Ancelotti comentaba que es imposible frenar a Leo Messi, el que fuera entrenador del Valencia, Pizzi, demostró con su planteamiento en el partido contra Argentina que no solo es posible disminuir la influencia del '10' en un partido, sino que se le puede borrar del mapa. A pesar de que los blanquiazules ganaron, el delantero finalizó el partido sin hacer ni un solo disparo a puerta.
Su actuación en el partido que reeditaba la final de la Copa América del pasado verano fue más bien discreta. Asistió a Mercado en el 1-2, pero el resto del encuentro estuvo perdido en el entramado defensivo de la selección chilena. Zidane, que será la primera vez que se enfrente al Barça como técnico del Real Madrid, tiene en el partido disputado este jueves un buen ejemplo de la manera de parar al argentino.
Años atrás Mourinho ya consiguió algo parecido a lo que hizo Pizzi ayer. En 2013, en uno de los 'Clásicos' disputados durante la etapa del portugués en el banquillo, Leo Messi tan solo pudo disparar una vez a la portería del Real Madrid y fue de falta. Varane 'secó' al blaugrana en uno de los mejores marcajes de los últimos tiempos.
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