El clásico de la venganza para el Real Madrid

Es cierto que la diferencia en la clasificación puede dotar de menos trascendencia que otras veces el emparejamiento entre Barcelona y Real Madrid, pero no lo es menos que la posibilidad de que los blancos se pongan a siete puntos en la clasificación tiene su morbillo. Todo ello con una eliminatoria de Champions a la vuelta de la esquina, con el Atlético en el horizonte culé y el Wolfsburgo en el merengue.

Un clásico psicológico

Sea como fuere, el clásico de esta tarde-noche en el Camp Nou puede servirle al Real Madrid para muchas cosas. En primer lugar, la dosis de venganza tras lo sucedido en la primera vuelta en el peor partido de los blancos en mucho tiempo. Es cierto que la dinámica era diferente, con muchos jugadores volviendo de lesión y sin apenas rodaje, pero por simple cuestión de orgullo y amor propio aquel duro golpe debería tener cumplida venganza más pronto que tarde. Además, el aspecto psicológico también debe ser incluido como algo a tener en cuenta por la altura de la temporada en la que estamos y por ese asalto a la Champions League con el que el Real Madrid se ha citado en estos meses primaverales antes de la llegada del verano.

Mini-partidos dentro del duelo

Luego estarán los mini partidos dentro del propio partido. Cristiano y Messi vivirán un nuevo cara a cara, siempre con el Balón de Oro de fondo. También está la lucha del portugués con Suárez por el pichichi de la Liga, Neymar y Bale querrán demostrar que no son solo buenos escoltas sino también reyes. Casemiro tendrá una reválida importante, también Ramos y Pepe en el eje de la defensa. Navas y Bravo cruzarán sus guantes desde la distancia con el objetivo de ser decisivos para sus equipos. Son tantos los cruces individuales que podrían hacerse en este partido que no pararíamos nunca.

El madridismo espera el máximo de su equipo en este partido, también Zidane. Incluso los propios jugadores saben que se juegan crédito ante su gente en este tipo de duelos. El vestuario blanco tiene claro que le debe una a su gente y el mejor escenario posible para devolverle una gran alegría a los millones de aficionados que les estarán apoyando sería ganar en Barcelona. El golpe moral para la Champions haría del Madrid un cohete.