El conjunto alemán se ha cansado del atacante danés y de sus continuas faltas de disciplina. El delantero es bastante aficionado a ir de escándalo en escándalo y el Wolfsburgo lo quiere fuera del equipo incluso antes de que el Real Madrid juegue el próximo miércoles en el Volkswagen-Arena. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los directivos ha sido llegar 45 minutos tarde a un entrenamiento en señal de protesta.
Al parecer al club, propiedad de Volkswagen, no le gustó nada que Bendtner se paseara con un Mercedes y la respuesta fue acudir más tarde de la hora estipulada a una sesión del cuadro alemán. El delantero se excusó en que la alarma de móvil no le había sonado, pero Klaus Allofs, una de las voces autorizadas dentro del club, ya ha dicho que no volverá a ser jugador del primer equipo. “Nicklas no volverá a estar con el primer equipo”, dijo.
Incluso, el Wolfsburgo citó a los abogados del jugador en el propio estadio para negociar con ellos la rescisión de contrato de su cliente. A esto hay que sumarle la polémica surgida hace unos días con Max Kruse, que tuvo un enfrentamiento con una periodista en un casino por su excesiva afición al póker. Unos hechos que a buen seguro afectarán al Wolfsburgo de cara al choque de cuartos de Champions.
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