Algo ha cambiado este año en la retaguardia del Real Madrid. Si estas dos últimas temporadas el equipo blanco se ha caracterizado por su solidez defensiva y su pegada en ataque, parece que se está descuidando un poco la portería propia. Hoy se cumplen dos meses exactos desde que comenzara la Liga española, y desde entonces la meta merengue ha sido perforada nada menos que en 18 ocasiones.
Los tres tantos encajados ante el Real Unión han terminado de hacer saltar las alarmas entre el madridismo, que ya andaba algo mosca hasta el pasado jueves. Schuster ya lo apuntó en el mismo Stadium Gal de Irún: "un 2ª B no nos puede hacer tres goles". Y Marcelo coincidió con su técnico en la rueda de prensa que concedió ayer en Valdebebas, argumentando que "hay veces que no se puede hacer nada", pero que es cierto que no se deben repetir esos fallos en defensa.
SÓLO TERMINARON DOS PARTIDOS IMBATIDOS
Entre errores propios, indecisiones y aciertos del rival, el caso es que los hombres de Schuster han encajado ya 18 goles en los doce partidos que han disputado entre Liga, Copa y Champions, y sólo han conseguido mantener la portería a cero contra el Racing en Santander (0-2), y contra el BATE Borisov (2-0). Este balance deja una media de 1,5 goles por partido, una cifra lo suficientemente alarmante para un equipo que aspira a ganarlo todo, pero lo es aún más si la comparamos con lo que sucedía en las campañas previas.
En ocho partidos de Liga, este Madrid que dirige Schuster ha sufrido nada menos que doce goles en contra ya, mientras que el año pasado sólo encajó cinco a estas alturas. Tal es la diferencia existente entra ambas trayectorias que, de seguir con esta media de goles encajados, el conjunto blanco acabaría el campeonato liguero con nada menos que 57 goles en contra, veintiún tantos más que los que sufrió en la temporada de su trigésimo primer título de Liga. Schuster ya ha tomado nota, sólo queda que se demuestre en el campo.
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