La Décima llegaría tras superar obstáculos que parecían infranqueables, se alcanzaría derrotando al ‘gafe’ alemán y levantando una final que estaba perdida hasta el minuto 92. Zidane confía en sus futbolistas, en la capacidad que ya demostraron de crecerse ante las adversidades. La Copa de Europa es una competición especial y este grupo de futbolistas ya ha demostrado sobrada capacidad para realizar grandes gestas.
El Madrid goleó al Schalke, supo sufrir ante el Borussia Dortmund y, en semifinales, dio el gran golpe de mano frente al Bayern de Münich. Los bávaros parecían los favoritos, Guardiola lo tenía todo previsto, pero el equipo blanco ganó el partido de ida por 1-0 y fue al Allianz con todas las esperanzas del mundo. Un 0-4 inolvidable le daba la oportunidad al Madrid de jugar una nueva final de la Copa de Europa.
Y en Lisboa, con Zidane como segundo de Ancelotti, el Madrid era fiel a su historia. El Atlético tenía el título entre las manos pero la cabeza de Sergio Ramos aparecía para poner las tablas. En la prórroga, el equipo blanco fue un ciclón que arrolló a los atléticos. Zidane quiere repetir, pero esta vez, como primer técnico. Todo es posible si los jugadores rememoran el espíritu de la Décima.
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