Guía avanzada para remontarle al Wolfsburgo

DC analiza los defectos del equipo de Dieter Hecking


Imagen, Informe DC, Wolfsburgo

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El miedo escénico del Bernabéu

Los lobos pueden convertirse en ‘corderitos’ al ver un escenario semejante. El Bernabéu se llenará, empujará, animará y será un clamor en favor de los suyos. Durante 90 minutos, dejará a un lado sus diferencias con el equipo para intentar llevar en volandas al Madrid. El objetivo de las semifinales de Liga de Campeones bien merece la pena.

El Wolfsburgo nunca ha jugado un partido semejante. Jamás ha estado con opciones de estar en semifinales de la Champions. La presión es el peor de los enemigos. El miedo a ganar puede pasar factura a un equipo inexperto. El Real Madrid debe encargarse de hacer el resto, ¿Cómo debe hacerlo?

Bale, en banda izquierda, un filón a explotar


En el encuentro de ida, el galés hizo daño como ‘11’ puro. Se alejó de la banda derecha, participó más por dentro y jugó en la posición que todos los madridistas demandan. Vierinha es un buen lateral, pero con problemas defensivos. Va de manera alocada al ataque, y en numerosas ocasiones, deja su espalda descubierta. El ‘expreso’ de Cardiff, al espacio, en el Bernabéu y físicamente a tope, puede llegar a ser decisivo.



La fragilidad de Dante y Naldo a la espalda

Nadie se sorprenderá si decimos que Dante es uno de los centrales más flojos de los que restan en esta Champions. Sin balón, sus errores han sido casi míticos en los últimos años. Es lento, inseguro y ya en el partido de ida quedó retratado en varias ocasiones ante la delantera madridista. La veteranía de Naldo podría ser el único recurso del Wolfsburgo al que agarrarse, para no salir al Bernabéu con media eliminatoria perdida.

Hacer pequeño el campo, una de las grandes claves

El Wolfsburgo no puede sentirse cómodo cuando recupere la pelota. La base de una remontada es la insistencia pero también la inteligencia táctica. Los blancos deben jugar juntos, ‘achicar’ espacios, no permitir que Draxler y Schürrle puedan correr y evitar que con dos pases, los alemanes consigan montar un contragolpe mortal.

En este sentido, la labor de la defensa será clave. El Madrid necesita a Ramos y a Pepe más metidos que nunca. Hace mucho tiempo que en el Bernabéu no se ve a los dos centrales mandando, gritando, llevando a la defensa al medio campo. Si Draxler y Schürrle reciben el esférico a 50 metros de la portería, será más sencillo pararles que si lo hacen a 30.