James, por primera vez al máximo nivel

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No ha sido una temporada sencilla ni mucho menos para James Rodríguez. El colombiano comenzó el curso por todo lo alto, con una actuación sobresaliente ante el Betis y generando muchas expectativas, pero en el primer parón internacional se lesionó con su selección y nunca volvió a ser el mismo. Los problemas que tuvo con Benítez fueron el reflejo de que James no estaba bien, y Zidane lo confirmó dejándole en el banquillo muchas veces desde enero. Sólo ante el Rayo o ante el Espanyol en el Bernabéu pareció resurgir el mejor James, pero siempre detrás de una buena actuación volvía una mediocridad impropia de él. Hasta ahora.

Por primera vez esta temporada, James ha sido capaz de encadenar dos grandes partidos seguidos. A pesar de que se perdió la remontada ante el Wolfsburgo por decisión técnica, el '10' está decidido a convencer a Zidane de que tiene que hacerle hueco en el once del equipo blanco y ante el Getafe se salió, igual que ante el Eibar. Marcó un golazo, asistió de forma sublime a Benzema y dejó un recital de regates y pases digno de un genio. Con un 89% de acierto en el pase (86 pases completados), un 7'4% de posesión del balón a lo largo del encuentro y un 100% de regates completados, James confirmó su recuperación.

El momento clave de la temporada ya está aquí. El Real Madrid se juega la Liga (aunque no depende de sí mismo) y la Champions en poco más de un mes y Zidane sabe que puede contar con James cuando lo necesite. Sea de inicio o sea como suplente, la actitud de James ha cambiado radicalmente en los últimos encuentros. El colombiano ha recuperado la sonrisa, ha recuperado el fútbol que tiene en sus botas y el Real Madrid empieza a recuperar a uno de los futbolistas con más talento del mundo. Así debe seguir.