Para equipos como el Real Madrid lo más difícil siempre es marcar el primer gol. Los equipos se encierran en busca de mantener el empate y aprovechar algún fallo a la contra para sacar algo positivo contra los blancos, de ahí que romper esa igualdad inicial se convierta a veces en una auténtica odisea. Una vez inaugurado el marcador, las defensas se abren, surgen los espacios y las posibilidades de ampliar al cuenta anotadora aumentan.
Muchas veces criticado por su supuesta apatía y falta de actitud dentro del terreno de juego, Karim Benzema ha dado un paso al frente esta temporada y ya nadie duda de que el ariete galo es el mejor del mundo. A su capacidad de asociación, el '9' ha añadido a su repertorio el don del oportunismo para aparecer siempre que el equipo más lo necesita, algo que quizá en otras temporadas le ha faltado.
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