Sin embargo, y aunque pueda parecer secundario a estas alturas, lo cierto es que ganar la Champions en Milán podría tener valor triple ya que al trofeo de la Copa de Europa se le podrían sumar dos más, la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes, dos competiciones que sólo se pueden disputar ganando la Champions (en el caso de la Supercopa de Europa también con la Europa League).
En caso de producirse triunfo blanco en San Siro, el Real Madrid repetiría ritual respecto a la Champions de Lisboa ya que después de aquel triunfo por 4-1 sobre el Atlético, los blancos se llevaron la Supercopa de Europa ante el Sevilla y meses más tarde el Mundial de clubes que se disputó en Marruecos, precisamente el último título oficial que ha entrado en las vitrinas del Bernabéu hasta la fecha.
Evidentemente, la conquista de la Champions tiene un aura especial, es la máxima competición a nivel de clubes y tiene siempre esa repercusión mediática que ningún otro título puede igualar, pero no es menos cierto que la posibilidad de terminar el 2016 con tres títulos oficiales en las vitrinas del Bernabéu es algo que motiva, y mucho, a los jugadores del Real Madrid.
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