El Bernabéu vibró con la gran final

El madridismo sufrió y disfrutó del partidazo de San Siro.


Bernabéu

Bernabéu




El público era puro fervor cuando veían saltar a los suyos, con la alineación y con el himno de la Champions League. La final empezaba y con ello el ambiente se ponía cada vez más de fiesta.

El gol de Sergio Ramos hacía saltar a los casi 80.000 aficionados que gritando como hace dos años, se les oía en Milán. A medida que avanzaba el partido, la gente hacía la ola, se divertía pero también sufría, el segundo gol no llegaba.

En la segunda parte, cada posesión del Atlético era acompañada de pitos y silbidos, el gol de Carrasco enfrió al público, tanto como la noche madrileña. Aún así poco a poco la gente empezó a venirse arriba y lamentaban cada ocasión perdida del Real Madrid.

La prórroga, sobre todo al final ponía los nervios de acero entre la parroquia blanca y ni que decir tiene cuando llegaron los penaltis.


Cada lanzamiento del Madrid se festejaba como un triunfo más cerca de la Copa, y cada tiro del Atlético se encomendaban a Keylor y a la diosa fortuna, amiga de la Cibeles. Juanfran falló el cuarto penalti y el estadio era ya una fiesta que terminó de estallar cuando Cristiano anotaba el definitivo penalti que convierte al Real Madrid como campeón de Europa por undécima vez.

La fiesta era completa, se había vuelto a conseguir, la Champions se iba para Cibeles, como todos los aficionados que ordenadamente y cantando y haciendo sonar las trompetas ponen rumbo a la fuente donde esperan a sus héroes.

Una noche la del 28 de mayo, que nunca se olvidará, porque de nuevo el Real Madrid manda en Europa. Ahora toca disfrutarlo y celebrarlo, mañana en el Santiago Bernabéu, toca recibir a los protagonistas.