La temporada posterior a la conquista de una Liga de Campeones es complicada. Al vestuario le suele costar arrancar, la euforia sigue presente en el vestuario e inevitablemente el ‘hambre’ por seguir ganando disminuye. Al Madrid le ocurrió en la 14-15. Los blancos empezaron como un ‘tiro’ pero una crisis de juego en el mes de marzo impidió que la Liga cayera del lado de los de Ancelotti.
El objetivo de Zidane es claro: evitar que el Madrid caiga en la autocomplacencia. Para ello, utilizará a todos los futbolistas, desde el primero hasta el último, para realizar rotaciones y tener al bloque ‘fresco’ a final de temporada. Será a partir del mes de marzo cuando se decida todo el ‘pescado’.
El francés no quiere debilitar la plantilla, es más, quiere reforzarla para realizar rotaciones desde la primera jornada de Liga. En la primera mitad de la temporada, los grandes objetivos están marcados en forma de Supercopa de Europa y Mundial de Clubes pero también en la Liga. El Madrid buscará ser regular para llegar con ventaja a las últimas jornadas, algo que no ha sucedido en las cuatro últimas temporadas.
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