Y es que a pesar de que tienen muy pocas posibilidades de avanzar en la competición, por motivos obvios, en los últimos 10 años, enfrentarse al Real Madrid se ha convertido en una especie de amuleto para los equipos de Segunda B. En las 10 temporadas que lleva vigente el actual formato, en seis de ellas el equipo de Segunda B que han jugado ante los de Chamartín han terminado subiendo a final de temporada a la categoría de plata del fútbol español.
El último ejemplo de esto ha sido el Cádiz. Los andaluces se enfrentaron al Real Madrid en la Copa del Rey allá por el mes de diciembre y aunque la eliminatoria quedó anulada por el 'caso Cheryshev' el cuadro gaditano consiguió este fin de semana el ascenso tras eliminar al Hércules en la final del playoff.
El Real Madrid se ha convertido, de manera involuntaria, en una especie de talismán para los equipos más modestos. Antes del Cádiz, el Real Unión de Irún en el curso 2008-2009, el Alcorcón en la 2009-2010, el Real Murcia en la campaña 2010-2011, la Ponferradina en la 2011-2012 y el Alcoyano en la 2013-2014 se aprovecharon de la buena suerte que les trae a los equipos pequeños enfrentarse a los blancos.
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