El futuro de James Rodríguez tiene paralizadas casi todas las posibles operaciones del Real Madrid, tanto por la posición que ocupa en el campo como por la diferencia económica que supone el tenerlo en plantilla o el traspasarlo este mismo verano. El club blanco no va a hacer movimientos para reforzar la plantilla hasta saber qué pasa con el colombiano, un futbolista que cuenta para Zidane pero de cuya actitud dependerá su destino. Hay una conversación pendiente entre ambos.
Si se queda, no llegará ningún futbolista de corte ofensivo para el centro del campo, que es la posición que más está tanteando el club blanco hasta el momento. Y el Real Madrid se centraría en la búsqueda de un futbolista que dé descanso a Casemiro, teniendo en cuenta que Coentrao y Morata por ahora han frenado la posible llegada de un lateral zurdo y un '9' suplentes. En el caso de que James se marchara, no obstante, el club blanco iría a por todas en la operación Pogba. La inyección económica que supondría la venta del colombiano permitiría al Real Madrid poder pujar fuerte por el francés o por otras alternativas.
Al igual que en el caso de James, el Real Madrid acudirá al mercado para reforzar todas aquellas posiciones que se puedan ver debilitadas en la operación salida. Pero sin duda alguna, la continuidad o salida del colombiano es la clave para que el club blanco haga una incorporación de campanillas o no. Y es que para Zidane, el '10' es un futbolista fundamental porque puede actuar como interior, como enganche o en cualquiera de las posiciones de la BBC. Su salida podría 'obligar' a una o varias incorporaciones. Sólo el tiempo dirá cuál es la decisión que toman todas las partes.
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