El Real Madrid tenía un gran desafío este sábado en Las Palmas: ganar en un estadio en el que los canarios se habían hecho fuertes en los últimos encuentros. El equipo de Quique Setién no conocía la derrota como local en los últimos seis encuentros (4 victorias, 2 empates) anteriores a la visita merengue. De hecho, el equipo de Zidane había sido el último en ganar en el Estadio de Gran Canaria, el pasado mes de marzo.
Después de la derrota ante el Madrid de la pasada temporada, el cuadro canario había ganado en casa cuatro de los seis últimos partidos, por 2-1 al Valencia, 4-0 al Espanyol, 5-1 al Granada y 1-0 al Málaga. Además, había sumado otros dos empates, 1-1 ante el Sporting de Gijón y 0-0 ante el Athletic de Bilbao. El balance goleador de este periodo era, además, de 13-3 para Las Palmas como equipo local.
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